El Ministerio de Sanidad ha activado este lunes su sistema de meteoalerta para toda España, que ha dividido en 182 zonas climáticas, cada una de ellas asociada a unos umbrales de temperaturas máxima a partir del cual se dispara la alerta y se determina el nivel de riesgo por calor. Se trata de la implementación completa del Plan Nacional de Acciones Preventivas contra los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la Salud presentado el pasado mes de mayo y que desde este lunes entra en vigor con el objetivo de reducir el impacto del exceso de calor en la salud. Así, hasta el próximo 30 de septiembre, los ciudadanos que se suscriban a este servicio -diario y gratuito- recibirán en el correo electrónico y en el teléfono móvil la predicción de las temperaturas y el nivel de riesgo de la zona solicitada.
"El cambio climático no solo es una crisis ambiental sino también de salud pública", ha remarcado la ministra de Sanidad, Mónica García, al inicio de la rueda de prensa celebrada este lunes en la que, coincidiendo con la activación del sistema meteoalerta, se ha presentado la campaña Efectos en la Salud de las Altas Temperaturas bajo el lema Protégete, hidrátate, refréscate y recuérdales. Este último reclamo, dirigido principalmente a las personas mayores de 75 años, que son las más vulnerables porque se pueden llegar a deshidratar sin sentir sed.
El año pasado, ha recordado la ministra, el sistema MoMo de monitorización de la mortalidad por todas las causas atribuyó 3.009 fallecimientos al exceso de calor. "Y los mayores de 74 años concentran el 90% de estas defunciones", ha recalcado García. El pico histórico de muertes atribuidas al calor en España se registró en 2022, cuando se rozaron las 5.000.
El verano pasado fue el verano más caluroso jamás registrado en el planeta y en España, más de la mitad del mes de agosto estuvo bajo avisos por olas de calor. Además, el sistema europeo de satélites Copernicus ha advertido de que existe más de un 70% de probabilidad de que este verano vuelva a ser más cálido de lo normal. "En España, el calor es el principal problema de salud asociado al cambio climático, y en los próximos años se prevé un aumento de las temperaturas extremas debido al calentamiento global", ha advertido García.
Ante este contexto, desde Sanidad han recordado este lunes una serie de recomendaciones "básicas" pero que son "las más importantes" en forma de decálogo, "que son la base sobre las que se ha diseñado la campaña Un verano de cuidado. El objetivo de esta campaña es que tiene como finalidad "conseguir que la población adopte unos hábitos de autoprotección individual y comunitaria, que son vitales" para reducir el impacto del calor en su salud de la población.
"Hidratarse adecuadamente, beber incluso cuando no tienes sed, evitar la exposición al sol durante las horas más intensas, usar ropa adecuada, buscar refugios en lugares frescos. Son medidas muy básicas, de sentido común, pero tenemos la responsabilidad de advertir y recordarlas", ha subrayado la ministra, al tiempo que ha incidido en que el objetivo final de la campaña es "crear una cultura de calor que nos permita prevenir las olas de calor el impacto de las olas de calor".
Tradicionalmente, el sur e interior de España ha estado expuesto a temperaturas habitualmente más altas, lo cual les ha hecho adquirir "cierta cultura de calor" con medidas de prevención que ahora la titular de Sanidad quiere reforzar y trasladar a áreas del norte que, con el cambio climático, van a ser más calurosas, ha explicado Mónica García.
El nuevo mapa mantiene las 52 unidades de referencia provinciales que tenían los anteriores, uno por cada capital de provincia más las ciudades autónomas, pero este año se añade como novedad más de un centenar de zonas de meteosalud, con un total de 182.
De esta forma, cada día, el Ministerio de Sanidad establecerá un nivel de riesgo diario para cada zona territorial en función de la diferencia entre las temperaturas predichas por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para ese día y los dos días siguientes y el umbral de temperatura en impacto en salud. Se han establecido cuatro niveles de riesgo (nivel 0 (verde), de ausencia de riesgo, nivel 1 (amarillo), de bajo riesgo, nivel 2 (naranja), de riesgo medio y nivel 3 (rojo), de alto riesgo) en función de los cuales Ministerio y Comunidades Autónomas tomarán medidas acordes de comunicación y prevención del riesgo. La ciudadanía puede suscribirse a este sistema de alertas en este enlace.
Cultura de calor
El responsable de Salud y Cambio Climático del Ministerio de Sanidad, Héctor Tejero, ha explicado los objetivos de la campaña: desarrollar una cultura del calor -fomentando hábitos individuales y colectivos de autoprotección y cuidado para reducir los impactos del calor en la salud-; comunicar de forma clara y concisa las medidas de prevención y protección frente a las altas temperaturas y resaltar la importancia del cuidado mutuo y la responsabilidad colectiva en la protección frente al calor.
En la rueda de prensa también ha participado el doctor Antonio Cabrera Majada, especialista en Medicina de Familia y Comunitaria, que ha recordado que entre las afectaciones posibles por la exposición a altas temperaturas y olas de calor se encuentran la deshidratación, los calambres, edemas, sarpullidos, insolación, agotamiento, síncope o el grave golpe de calor. Además, agrava enfermedades crónicas cardíacas, pulmonares, renales, psiquiátricas y puede ser causa de accidentes cerebro-vasculares agudos y partos prematuros.
Asimismo, el especialista ha mencionado que entre los factores de riesgo y vulnerabilidad ante las altas temperaturas se encuentran la edad -los mayores de 65 años y menores de cuatro años, especialmente-, el embarazo, patologías cardiovasculares o pulmonares u otras enfermedades crónicas como la diabetes o la obesidad. Vivir solo, en una casa mal aislada y poco eficiente, la contaminación atmosférica o exposición continuada a temperaturas elevadas mientras se trabaja o se realiza ejercicio físico intenso también son factores de riesgo.
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